Muchas veces nos dicen que deberíamos de ser empáticos o nos dicen que lo somos, pero en ocasiones no logramos entender que es ser empáticos: la empatía es poder entender comprender al otro en cualquier situación.
Tener empatía es tener posibilidades de expresión propia estableciendo contacto con los demás y esto se logra cuando la persona que sabe que espera del otro, cuál es su modo de comprensión de los problemas, donde están los sentimientos y emociones de los demás.
Para poder entender a los demás, se debe de tener congruencia es decir tener un pensamiento, un sentir, un expresar con claridad, que estos tres deben de coincidir para poder llamarse una persona congruente.
Tener congruencia es saber quiénes somos, de que somos realmente capaces, y hacía donde hemos de dirigirnos razonablemente.
El primer paso de la congruencia esta en nuestros pensamientos y nuestros sentimientos sean acordes con lo que en realidad nos está sucediendo.
El segundo paso de la congruencia está en saber transmitir con veracidad lo que pensamos y sentimos.
El tercer paso de la congruencia radica en vivir y actuar tal como pensamos y sentimos.
En la actualidad a veces nos cuesta poder comunicarnos de una buena manera, pero de esta forma se pueden obtener excelentes beneficios y es la mejor manera para poder interrelacionarnos con la sociedad.
La aceptación es el resultado feliz de haber comunicado asertivamente quien se es, que se piensa y siente uno, de que se es capaz y cuáles son las propias limitaciones para que a uno no le exijan lo que no puede dar. La aceptación se entiende también como autenticidad, cuando se es lo que se es y se dice lo que uno cree y siente que es, las demás personas están capacitadas para comprendernos. Es transmitir lo que es la complejidad de los propios sentimientos sin temor, se trata de la aceptación de uno mismo que vienen de una actitud para valorarse y apreciarse en lo que se es.
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